Nuestro héroe de hoy desde la infancia soñaba con un perro. Pudo cumplir su sueño solo cuando se convirtió en adulto.
Hoy te contaremos una historia asombrosa, porque cuando un hombre compró un cachorro de husky, le dijeron que el perro no sería grande, sino que había crecido un chiflado esponjoso.
El perro de una amiga dio a luz cachorros y el hombre fue a elegir una mascota para sí mismo. Los amigos estaban convencidos de que el husky no crecería demasiado, porque sus padres no eran representantes de pura raza de la raza. El perro se llamaba Jim. Se distinguió por una gran actividad y un excelente apetito. Tan maravilloso que tuve que buscar la ayuda de un especialista que corrigiera la dieta.
Un día, un hombre se fue de viaje de negocios. Cuando regresó, no podía creer lo que veía. Un perro enorme y esponjoso corrió hacia él, que casi lo derriba. Al mismo tiempo, los familiares, que durante todo este tiempo cuidaron al animal, lo alimentaron siguiendo las recomendaciones del médico.
El hombre estaba un poco preocupado, porque temía que Jim pudiera enfermarse y aumentar de peso. Pero una visita al veterinario puso todo en su lugar: el perro está sano, no tiene exceso de peso y se siente genial. Y los tamaños grandes son una variante de la norma para un husky. Al parecer, los dueños de los padres de Jim temían que no todos se atrevieran a llevar perros tan grandes, por lo que los convencieron enérgicamente de su modesto tamaño.